El agrandamiento de la próstata puede producir desde un flujo lento al orinar como un bloqueo de la salida de la orina, llegando a producir una serie de trastornos urinarios tales como dificultad para iniciar la micción, aumento de frecuencia y urgencia miccional, sensación de vaciado incompleto e incontinencia urinaria. Es importante que ante la aparición de alguno de estos síntomas se realice una consulta con un profesional.
A nivel anatómico, cualquier afectación que haya en la próstata no afecta a la erección ni a la actividad sexual. Si es posible notar ciertas molestias al eyacular, incluso que la eyaculación sea dolorosa, pero la erección no se ve comprometida.